El Increíble Equipo Mengüante

Cuando era niño me impactó una película que se llamaba "El Increible Hombre Menguante", donde un hombre iba haciéndose cada vez más pequeño y cada vez con más problemas hasta que llegaba a desaparecer. Y hace un par de días me recordé de ella como símil sobre el Real Madrid. Un equipo que siempre se ha vanagloriado de su grandeza, de ser el adalid del señorío, cuando pierde da la mano, sin envidias y rencores dice su himno y el que fuera equipo del mundo admirado cada día va empequeñeciendose hasta llegar a hacer el ridículo. Y todo esto viene a cuento de dos sucesos ocurrido esta semana.

La primera es la elección del Camp Nou como sede para la Final de la Copa del Rey 2015. Al final el presidente del Real Madrid desoyendo a la lógica, al señorío y a su tan cacareada grandeza decidió que era su casa y allí no se iba a celebrar la final. Y está en su derecho de hacerlo, como tanto repiten en su casa uno invita a quien le da la gana, pero eso va en contra de ir diciendo que uno es  hospitalario, que es un equipo con grandeza, que defiende el juego limpio. Es un equipo pequeño que como ve a otro que va a ganar en su casa aunque pierda dinero los de su ciudad (taxitas, hoteleros, restuarantes, bares, cafeterías, impuestos, etc) o incluso pierda dinero su propio club con los ingresos por ceder el estadio prefieren que no se celebre alli el partido. De equipo pequeño inventarse excusas, como hace dos años las reformas de los lavabos y ahora los pitos al Rey y al Himno para no decir la realidad, "No queremos que el Barça gane en nuestra casa". Eso es de equipo con complejos de inferioridad y de equipo muy pequeño, como en su día fue la actitud de Joan Gaspart de pagar para que pusieran el himno del Barça o salir a celebrarlo al cesped. Aquello fue empequeñecer al Barça demostrando un complejo de inferioridad manifiesto. Como barcelonista nos pudo hacer gracia esas tonterías pero lo que realmente demostrabamos era ser pequeños y desde luego estoy totalmente en contra de aquello.Y ahora ocurre a la inversa ellos buscan una excusa para que no celebremos alli, porque han sufrido mucho estos años y ahora se sienten inferiores.

La segunda muestra de como está empequeñeciendo el madridismo es el Clásico del pasado sábado. El partido fue un partido típico de Barça - Madrid, partido muy igualado donde el Madrid fue superior en la primera parte y el Barça lo fue en la segunda. Pero el Barça ganó y se puso a cuatro puntos de diferencia del Real Madrid y la reacción de los dirigentes, seguidores y prensa madridista es de sentirse orgullosos de que su equipo pudo ganar y jugó bien un rato frente al Barça y no salieron goleados. Me han recordado tanto a las opiniones de équipos modestos que están jugando el descenso que salen contentos con no perder por muchos goles o con jugar bien durante un rato. Se han distanciado a cuatro puntos ha perdido con el máximo rival y ellos se conforma con pequeñas cosas. Todo esto denota como cada vez el club mismo se siente empequeñecer. 

Messi, lo que Cristiano hubiera querido ser y no pudo

Acabamos de ver a Cristiano Ronaldo insultando a su afición. Ahora lo intentan camuflar que significa otra cosa, suavizando lo que en realidad ocurrió el último partido. Pero sus gestos y sus palabras dejan claro el enfado y la decepción que tiene el portugués con su afición. No entiende que hace tan solo un par de meses recibió su tercer Balón de Oro, allí mismo dio un patético grito y reto a Messi para ver quien era el mejor. Acababa de ganar también el Mundialito de Clubes en Marruecos y se sentía el Rey del Mundo.

Pero desde entonces ve como el reto lanzado a Messi empieza a volverse en su contra y mientras el argentino bate record sobre record y le supera en cantidades de goles y en liderato en liga el portugués sufre una sequía preocupante dejando nula la grandísima ventaja que tenía y con la que el pensaba que era suficiente para poder retarlo.

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Cristiano sin duda es un gran goleador, y un gran jugador pero en ninguna de las dos facetas supera ni tan siquiera se acerca a Messi. Y en menos de dos meses se ha visto desbordado. Messi está jugando como los ángeles y él solo se arrastra por el campo, mientras Lio forma junto a Neymar y Súarez la mejor delantera del mundo y cada vez están más asociados y coordinados, el luso no más que hace reprochar una y otra vez a sus compañeros porque no le pasan en vez de tirar

Pero la gota que colma el vaso de la vanidad de el rico, guapo y gran jugador es ver la diferencia de trato entre las dos aficiones a sus ídolos. Mientras el Barça se vuelca siempre con Messi hasta en los peores momentos como fueron los del año pasado para el argentina, la afición blanca silva a su ídolo a la primera que se les tuerce los resultados y el juego.

Cristiano nunca será Messi y las comparaciones solo hacen que se frustre el solito. Jámas la afición del Madrid sentirá el mismo amor a su jugador como el que siente la del Barça a Messi, porque mientras la afición del Barça se siente orgullosísima de su jugador, por ser el mejor jugador, por ser el que nos ha dado más títulos, la que nos hace disfrutar de jugadas inolvidables, porque ha nacido en nuestra cantera, porque es un ejemplo dentro y fuera de la cancha. La afición madridista sabe que tiene un grandísimo jugador pero con una conducta que avergüenza a ellos mismos, que no ha sido ni es el mejor jugador madridista de la historia mucho menos el mejor de todos los tiempos.

Y Cristiano quisiera ocupar el puesto de Messi, pero no puede ni jamas podrá. Y pues como el le decía a su propia aficion FODA SE.

JONHY CULE (@jonhymenfado)