domingo, 31 de mayo de 2015

Messi el alíen que devora al Madrid









Ayer Messi volvió a demostrar que es un alíen. Fíjense que uno de los cavernícolas madridistas  más poderosos así lo denominó hace unos meses en su artículo: Messi el alíen que devora al Barça. Argumentaba una serie de estupideces y llegaba a la conclusión de que vender a Messi era lo mejor para el Barça y se quedaba más ancho que largo y lo publicaba en As para todo el país. Lo acababa así:

"Al final de todo, lo que queda del Barça es una nave extraviada cuyas tripas devora Messi, un ‘alien’ al que convendría desembarcar cuanto antes, en el Chelsea o donde sea. Pase lo que pase, lo que sí me temo que el tiempo de Messi en el Barça ya ha acabado."

Tan solo unos meses después vemos como despiden a Ancelotti, como todos reniegan del sobrevalorado, tirapenaltis, grititos Cristinita, y se quedan con su Ceroplete. Messi los ha devorado se ha comido toda la prepotencia merengue, se ha comido todas sus ilusiones, se ha devorado a los ronceros y pedreroles que ahora se agarran a los pitos al himno, a si Neymar ha hecho un regate de más o de la reproducción de los anfibios en los mares de Oceanía con tal de no hablar de este alíen y de su equipo. 
Messi está sublime, a mi no me gusta llamarle Dios porque solo hay uno pero sin duda es una manifestación de él en la tierra. La jugada del primer gol fue una obra de arte con fuerza, técnica, habilidad, control, aceleración y disparo adecentado con un halo de magia. Ayer muchos de los que estuvimos allí en directo sentimos que un ángel se había pasado por allí y nos había mostrado quien tiene las llaves de cielo.
El sábado próximo jugamos en Berlín por hacer historia y conseguir nuestro segundo triplete y aspirar a nuestro segundo sextete. Otros no lo han olido aun y año sí, año no acaban con su Ceroplete y sus fichajes galácticos cargados de falsas esperanzas de disfrutar lo que nosotros tenemos ya. 

Suárez, Neymar y Messi junto al resto de compañeros van a construir una leyenda en el fútbol mundial donde seremos la referencia por muchos años. Llevan la humildad y el trabajo como bandera y la magia y la técnica como forma de jugar. 

Sin duda tenemos mucha suerte de vivir esta época de Messi y ver como devora a esa prepotencia y chulería merengue, haciendlos tragar sus vomitos de mala leche. No entremos en su juego, no mezclemos política con fútbol, solo sentémonos en frente de la TV o de nuestra silla en el estadio y disfrutemos de esta época irrepetible. Cuando pasen muchos años podremos decir que nosotros fuimos los afortunados de vivir en la época de Messi. Messi el alíen que devora al Madrid y nos da la felicidad día sí y día también.

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