viernes, 8 de marzo de 2013

El juego del Barça de más calidad que el del Madrid.

Pese a ser un fanático barcelonista me gusta leer los artículos de Alfredo Relaño cada día. Lo encuentro como un referente madridista que en tertulias suele ser más moderado e interesante que cuando en sus articulos del As desata sus Villaratos e histerias madridistas por otro lado lógicas al ser director de un medio dirigido a madridistas. Aunque la impresión es que ni el mismo se cree sus argumentos. Lo que si estoy de acuerdo con el es en cuanto lo que piensa de Mourinho, como diría Woody Allen sobré la muerte estoy totalmente en contra. Como barcelonista quisiera que siguiera en el Madrid aunque ganaran la Champion. Y doy gracias a Dios que semejante persona no sea el entrenador de mi equipo. En el fútbol los resultados son lo que cuenta, pero en estos niveles como diría mi antiguo profesor de matemáticas es necesario pero no suficiente. Se necesita acompañarlo con un juego que la afición se sienta feliz y entretenido con el. A mi me gusta muchísimo el del Barça aunque también valoro otros tipos de juegos pero el actual del Madrid no me gusta nada para el nivel del equipo del que hablamos. Se basa actualmente en un juego eminentemente físico sin control técnico sobre el balón y con una velocidad de contraataque que le hace temible. Tiene un sistema defensivo que extrema al máximo cuando juega contra rivales de su mismo nivel. No diremos que hay veces que juegan bien su fútbol como esta semana fantástica que han tenido pero a la larga no creo que los resultados sean mejores que los de su gran rival en términos absolutos como de sistema de juego. El F.C.Barcelona une a su eficacia en resultados los más eficaces de la historia, nadie ganó tanto en tan poco tiempo, la belleza plástica de su juego. Pese al absurda excusa madridista de que el juego aburre he recorrido muchos lugares del mundo y todo el mundo define el juego azulgrana como el mejor juego nunca visto. Los únicos que hablan de aburrimiento son los merengues en su intento de autoconvencerse de sus falsedades. Esta ha sido una semana muy buena para el madridismo y pésima para el barcelonismo pero aún así no cambia nada mi forma de ver el fútbol.

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