Cuenta una leyenda Sioux que en las bellas tierras del Norte nació en una noche de primavera de luna llena un gran guerrero de la tribu de los Tohca-sasa-ha (blue-red-skin) llamado Tawaiciya Pehin (Melena Salvaje).
Llegó a ser el gran jefe de su tribu durante muchos años pese a que no poseía la destreza con el arco ni con el cuchillo como otros guerreros supo liderar a su gente por tres grandes valores. Un agilidad asombrosa que le hacía inigualable en el cuerpo a cuerpo, una resistencia asombrosa por lo que nunca se rendía por muy grande que fuera la dificultad, y un corazón grande que a la vez de valentía demostraba nobleza con sus gentes y con sus enemigos. Siempre gano pero nunca humilló, siempre triunfó pero también respetó el dolor del que perdió.
Poco antes de que llegara su tiempo para el descanso del guerrero sufrió en una de sus batallas con los pieles pálidas una herida que nunca le terminó de curar, aún así durante años aguanto el dolor y siguió su lucha sin rendirse.
Alguna de su gente lo quiso comprar con oro, quizás regalado por los mismos pieles pálidas. Pero un Gran Guerrero no se vende, ni se le puede comprar así que decidió que había llegado el momento de disfrutar del merecido descanso del guerrero y así como fue su vida sencilla, así se retiró, sin estruendo, sin riquezas, sin falsas apariencias. Sino con el respeto de todos nosotros, con el orgullo de saber la admiración y el cariño que todos profesamos por nuestro Gran Jefe, con el respeto de todos los rivales a los que batió pero jamás humillo. Tu te irás Tawaiciya Pehin pero tu leyenda quedará en nuestros recuerdo. Te vas al paraíso de los Tohca-sasa-ha y allí vivirás por siempre en nuestros corazones Gran Guerrero y Gran Capitán Carlos Puyol ( Melena Salvaje).
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